Desde entonces, Oliver ha seguido una dieta sin leche de vaca muy estricta (ni siquiera trazas)
Hoy estamos en el hospital realizando la primera prueba para saber si sigue siendo alérgico.
La prueba se hace en dos días (con una separación de 15 días entre ellas) y consiste en usar un día leche de vaca y otro día placebo (su leche normal) sin comunicar a los padres y enfermeros cuando se usa cada una.
Se le dan 8 dosis, empezando por unos mililitros y aumentando cada media hora hasta llegar a darle hasta 300 c.c. (un poco menos en caso de Oliver).
Durante el proceso debemos observar al enano y buscar síntomas de alergia, pero no es tarea fácil, pues debemos discriminar de entre sus problemas habituales.
Síntomas típicos serian dificultades para respirar, sarpullidos, etc. Pero esto no ocurrió con Oliver la primera vez, pues hasta para esto es original mi gordo.
Según nuestro conocimiento de Oliver, la alergia en él se mostraría con
Diarreas
Vómitos
Dolor abdominal
Mucha mucosidad
Llantos continuos
Mientras escribo estas líneas, Oliver recibe su última dosis del día y su reacción esta siendo muy buena. Ha tenido dos momentos de molestias que han terminado con un super pedo, jajaja.
Lo único que noto, por mencionar algo, es la gran cantidad de flemas que tiene ahora, pero puede que no tenga nada que ver.
En breve nos trasladaremos a otra parte del hospital para pasar allí la noche y, si mañana al despertar todo sigue igual de bien, nos iremos a casita.
Un abrazo grande, nosotros aquí nos quedamos superando otro reto.
Me cuesta concentrarme porque en la habitación de al lado esta Oliver berreando en su típica crisis vespertina. Empezó con su padre, luego lo intenté yo, luego la abuela y ahora otra vez le toca a su padre. Este pequeño tiene pulmones para acabar con los tres.
Bueno, vuelvo al tema que me ha hecho comenzar este post. Hoy he estado hablando con una buena amiga y me ha sugerido que contará algunas experiencias que tuvimos con Oliver, porque quizás podrían ayudar a otros papás.
Mi amiga tiene una amiga con un bebé de dos días (o dos semanas, ahora no me acuerdo bien) que ha comenzado a vomitar mucho. Oliver estuvo vomitando los primeros 5 meses de su vida y conseguimos que parara siguiendo nuestro instinto de padres. Os pongo en antecedentes:
Oliver nació con el paladar hendido, así que a las pocas horas de nacer ya estaba con la sonda nasogástrica. Las primeras horas para mi son como una nebulosa y no recuerdo porque nunca intentamos darle el biberón o el pecho.
El caso es que yo comencé a sacarme leche con un sacaleches y a Oliver empezamos a darle mi leche junto con una fórmula especial llamada Neocate Infant. Para abreviar la historia al máximo decir que Oliver con aproximadamente un mes subió a la UCI con un shock circulatorio quizás inducido por una fuerte intolerancia a la proteína de la vaca obtenida a través de mi leche. No volvimos a darle mi leche hasta que yo no me puse en estricta dieta sin proteína de la vaca. Pasaron los meses y Oliver seguía teniendo problemillas con sus digestiones, dolorcillos, vómitos, etc. Probamos durante una semana a quitarle la comida vía estómago (enteral) manteniendo solo la parenteral (por vía) y esa semana Oliver estuvo como nunca. Lo malo de la alimentación parenteral es que penaliza mucho al hígado, así que ni nos planteamos seguir por esa vía.
Al final me estoy enrollando 🙂
Según íbamos aumentando la proporción de comida Oliver iba estando peor. Además, mi producción de leche materna, por mas que lo intenté, nunca fue de mas de 550 ml al día, así que necesitábamos la fórmula. Llego un punto que la vida de Oliver era una pesadilla. Se pasaba el día con dolores horribles y vomitaba a veces hasta 3 veces en una misma comida. A veces eran 7 u 8 vomitonas al día. No podíamos moverle lo mas mínimo, dormía inclinado a más de 45º (el pobre, parecía que estaba de pie). En fin, era una pesadilla. Intentamos un montón de cosas. Le hicieron un montón de pruebas, le dimos un montón de medicación para tratar el reflujo y la gastroparésis (ralentización en el vaciado del estómago) y nada funcionaba.
Cuando cumplió 5 meses nos dieron el alta y nos fuimos a casa con ese mismo panorama. Por suerte, un día di con un video de un pediatra que nos salvo la vida. Aquí lo tenéis:
Oliver comenzaba a llorar cuando estaba comiendo, vomitaba, seguía incomodo, etc. Con este video me quedaba claro que Oliver tenía que tener alergia a algo. Era fácil comprobarlo, pues solo había dos ingredientes: mi leche y la fórmula.
El plan era: quitamos primero la fórmula y vemos que ocurre y si no funciona quitamos la leche materna.
No hizo falta mas que un día. Han pasado 5 meses y no ha vuelto a vomitar. Los médicos jamás pensaron que Neocate Infant pudiera provocarle alergia pues es una fórmula precisamente diseñada para bebes muy alérgicos. Aunque si buscas en google, verás que existen cientos de familias con el mismo problema. Neocate Infant es genial para algunos bebes, pero para otros pocos no lo es.
La nutricionista nos recomendó entonces otra marca que sigue el mismo principio (ambas formulas están compuestas directamente de aminoácidos, no llevan proteínas de ningún tipo). Esta se llama Puramino y aunque le produce estreñimiento y aun tiene sus dolorcillos, para nosotros ha sido un gran descubrimiento. De hecho, ya casi no toma nada de mi leche y sigue evolucionando bien (y engordando, cosa que no hacía con Neocate).
En fin, ojala este post pueda ayudar a mas padres. Desde luego, a mi este video me salvo la vida.
Un abrazo
P.S. La formula que toma Oliver cuesta más de 60 € por lata. Aquí la cubre el seguro porque Oliver no tiene mas opciones. En España debería ser igual. Hay familias que no pueden gastarse 300 € o 500 € al mes sólo en la fórmula de su hijo.